martes, 29 de mayo de 2012

Los Hábitos de una iglesia saludable


1. En las iglesias saludables, el fundamento es Jesucristo, se enseña su Palabra, se cultiva una sana y profunda relación con Dios a través de la oración, alabanza y adoración, y la íntima comunión con Él. Además, se vive en armonía con los hermanos, prima un ambiente de respeto y amistad.

2. Las iglesias saludables cumplen la misión que ha sido encomendada a los creyentes,
hacer discípulos. También se caracterizan por ser generosas y serviciales, siempre dispuestas a mostrar el amor de Dios hacia el que está en necesidad.

3.Los hábitos que benefician a la iglesia son aquellos que promueven el crecimiento espiritual y alimentan el amor entre los integrantes del cuerpo de Cristo. Algunos de ellos son: las cadenas de oración y ayuno, vigilias, cultivar la amistad entre los miembros a través de la visitación, el pasar tiempo juntos, realizar retiros, comer juntos, trabajar juntos en diferentes proyectos que les permitan sentirse útiles y les enseñen a trabajar en equipo y a superar las diferencias.

4. En pro de una iglesia saludable, es necesario reforzar áreas tales como: la enseñanza de la Palabra de Dios, el discipulado, la búsqueda de la santidad, el dar con generosidad, y el dejarse guiar por el Espíritu Santo y darle libertad para actuar.

5.El que una iglesia sea saludable, no tiene que ver con el número de miembros que tenga.

6. Las mujeres, los jóvenes y los niños deben tener una participación activa en la vida de la Iglesia.

martes, 15 de mayo de 2012

Activando tu motivación: una gran clave de superación


Imagina por un instante que los seres humanos tuviésemos un panel de control similar al que tienen los aviones para poder pilotarse. Sería un gran panel repleto de botones y teclas, y supondría el centro de control de todo nuestro desempeño. Si eso fuese así, sería bien interesante conocer en profundidad el funcionamiento de cada uno de esos botones. Pero desafortunadamente una gran mayoría de personas jamás toman el tiempo de descubrir cuales son sus “botones”, y donde están los botones que les sitúan en estados de máxima motivación.
Te animo a que te plantees un reto a partir de ahora. Empieza a descubrir cuales son tus “botones” de la motivación. Cada vez que algo te inspire, anótalo. Eso pasará a partir de ese momento a ser un componente de tu “panel de control”.
La motivación no tiene porque ser algo esporádico y accidental. Por ejemplo no tienes porque esperar a que de la casualidad y suene en la radio esa canción que te entusiasma cada vez que la escuchas. Puedes grabar en un CD un grupo de canciones que te motiven y te inspiren. Revisa todos tus discos y crea “Los superéxitos motivacionales de…(tu nombre)”. Y tenlo a mano para escucharlo cuando necesites esa inyección extra de motivación.
Las películas son otra buena fuente de inspiración. ¿Verdad que en más de una ocasión después de ver una película te has sentido inspirado y en un estado emocional en el que te sentías capaz de todo? Cuando eso suceda, anota el título de esa película en tu diario o en un cuaderno bajo un apartado que podrías llamar “Los botones de la motivación”. Cuando pase un tiempo, podrás volver a esa lista para ver de nuevo la película, y los mismos sentimientos aflorarán de nuevo. Incluso muchas de esas películas que nos han inspirado se vuelven todavía mejores con el paso del tiempo.
Haz lo mismo con lecturas, personas con las que conversar, lugares que visitar, etc… Crea una amplia lista de “botones motivacionales” para que siempre puedas disponer de un buen arsenal de materiales que te inspiren cuando te sea necesario.
Descubre esas sencillas claves de la motivación especiales para ti y habrás dado un paso de gigante en el conocimiento de esas distinciones que pueden acercarte de una manera mucho más rápida y efectiva a tus mayores sueños y objetivos.
© José María Vicedo

miércoles, 9 de mayo de 2012

25 claves para multiplicar tu productividad.


1.-Escribe las cosas.
Como afirma el famoso dicho “Es mejor un lápiz corto que una memoria larga”. Tomar notas es el mejor remedio para no olvidar nada. Acostúmbrate a reflejar sobre el papel cualquier tema importante de tu jornada diaria. Informaciones de interés, pensamientos, ideas, aprendizajes,… De este modo conseguirás sacarle todo el jugo a la vida, además de ser una persona en la que se puede confiar porque no olvida sus compromisos.
2.-Cuando tengas dudas acerca de algo, pregunta.
Uno de los mayores malgastadores de tiempo es la falta de comunicación adecuada. Si hay algo sobre lo que tienes dudas en el proyecto en el que trabajas, pregúntalo y soluciona tu duda. No trates de intuir que es lo que tienes que hacer, realiza una simple pregunta y sal de dudas. Preguntar una duda es más sencillo que tener que repetir una tarea porque no se ha hecho correctamente. No temas parecer tonto si preguntas mucho. Las personas más efectivas son las que formulan preguntas hasta que no les queda ninguna duda al respecto.
3.-No hagas las cosas con prisas.
Las prisas suelen ser malas consejeras. Suelen cometerse múltiples errores cuando se actúa bajo la tensión de las prisas. Si percibes que no vas a ser capaz de hacerlo todo, haz primero lo más importante. No te centres en acabarlo todo a toda costa, porque cometerás el error de terminar con un trabajo de mala calidad. Es preferible terminar tres cosas bien que cinco mal.
4.-Organiza tu zona de trabajo.
Una mesa y un espacio de trabajo organizado es un reflejo de una persona organizada y efectiva. Cuando todo está en orden la eficiencia hace su aparición. Ya no hay que perder tiempo buscando ese papel, aquella carpeta o aquellas fichas. Además, potencia nuestra energía al trabajar y nos hace más sencillo el mantenernos enfocados en la tarea que estamos realizando en ese momento. Aporta enfoque, y ayuda a que nuestra mente se mantenga totalmente volcada en la tarea que estamos realizando en ese momento.
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