sábado, 24 de diciembre de 2011

Grito de ayuda del liderazgo

Rodolfo García MontosoSalmo 107 identifica un ciclo experimentado por el liderazgo y también para todos los creyentes: la calamidad, seguido de un grito, al que asistieron con el rescate, que culminó con la gratitud (v1-3). Este salmo nos enseña que Dios quiere ayudar a los que le buscan con intensidad a través de la oración. Aquí hay algunas adversidades que nos enfrentamos:

1.El perdid grita por dirección (versículos 4-9)Algunos se han perdido en el camino de la vida, vagando en el desierto. Sin una dirección clara para sus decisiones, y no desanimarse. Al llegar a la cima de su grito de socorro para ayudar a (v 6). En este momento, el Señor viene a entregarlos, lo que el camino correcto para un lugar de descanso.Así, en unos momentos a la cabeza, parece que hemos perdido nuestro camino. Tenemos en algunos laberintos que no sabemos cómo salir. Muchas decisiones que tomar, pero ninguna inspiración en qué camino seguir. Algunas decisiones tomadas en el camino equivocado y no sabe cómo restaurar el camino correcto para nuestras vidas.Como un niño llora de desesperación cuando perdemos, gritamos con toda la fuerza que nos puede guiar! Muchas son las promesas que el Señor dejó de expresar su deseo de que nos guíe. El Señor guía a su pueblo, no importa donde estemos, en la montaña más alta, o en el infierno (Salmos 139.8-10). Él nos guía a través de sus líderes (Salmo 77,20), nos guía por el desierto (Salmo 78,52), porque su amor perdura para siempre (Salmo 136,16). Él nos guía a través de la verdad (Salmo 25.5, 10.08), y en tiempos de oscuridad ilumina nuestro camino a través de su Palabra (Salmo 43,3, 97,11, 119,105).El incremento en la expresión de un Dios que se complace en que nos guía es Jesucristo. Él es la luz del mundo (Juan 1,4, 5, 9,5) y el camino que nos conduce a Dios (Juan 14:6). Cuando alguno se pierde, se lleva la dirección, que es nuestra brújula hacia el norte nos lleva a salvo.2.El grito del oprimidos por su liberación (versículos 10-16)Algunos viven en la oscuridad, en prisiones de hierro. Desviado de los principios de la Palabra y los oprimidos por el enemigo. Aún agotado, encontró la fuerza para clamar por la liberación (v 13). En este momento, el Señor quita la oscuridad se rompe y rompe todas las cadenas actuales.Hoy en día, muchas relaciones en nuestras vidas se han convertido en la opresión maligna, fascinante y atar. Ahora es el momento de gritar con toda la fuerza que nos puede ofrecer! ¡Es el Señor que hace que vivir en la familia abandonada y los presos están libres y ser felices (Salmo 68,6). Es él quien nos libra de las personas fraudulentas y desleales (Salmo 43,1). Él se da a conocer para hacer justicia a los oprimidos (Salmos 09:16) y la defensa de los huérfanos y desvalidos (Salmo 10:14, 17-18), porque él ama la justicia (Salmo 37:28).La mayor expresión de la liberación de Dios en Jesucristo se revela quién es el Espíritu a pregonar libertad a los cautivos y dar la libertad a los oprimidos (Lucas 4:18). Él es nuestra justicia (2 Corintios 9,8, 9) y la verdad que nos hace libres (Juan 8:32).

3.El enfermo clama por la curación (versículos 17-22)Algunas fueron dirigidas por su locura y rebeldía. Se convirtieron en el interior de los enfermos y su físico. Incluso a las puertas de la muerte, abrió la voz para clamar por la curación (v 19). En su gran misericordia, Dios les envió a su palabra y los sanó.El mismo poder de Dios sigue funcionando hoy en día. Él es quien nos sana cuando los huesos se sacuden (Salmo 6,2), cura enfermedades del alma (Sal 41,4), y todas las enfermedades (Sal 103,3) que tienen un corazón roto (Salmo 147:3).Jesucristo vino a la tierra y tomó sobre sí todas nuestras enfermedades y soportó nuestros dolores (Isaías 53,4). Sanando toda clase de enfermedad (Mateo 4:24, 12:15, 21:14). El gran reto para nuestra vida de fe es que no nos dice que oremos por los enfermos, curar a ellos, pero en su poder y autoridad (Mateo 10:08, Marcos 16:18, Lucas 09.02, Lucas 10,9).
4.El hombre que se ahoga en gritos de puerto seguro (versículos 23-32)Algunos navegaron a trabajar y enfrentar los vientos y las olas. En medio de la ira del mar, se enfrentan a la muerte. Incluso con esa experiencia no pudo superar el revés. En su desesperación, dejaron su grito de ayuda (v 28). Dios detuvo la tormenta y los llevó a tierra.También hoy nos enfrentamos a todo tipo de tormentas en nuestra vida de trabajo y estudio. Cuando es hora de decir lo contrario es intensamente que nos bendiga! El Señor da a los mensajeros vientos (Sal 104,4) y todos los elogios manifestaciones atmosféricas (Salmo 148,8).Los Evangelios registran 10 operaciones importantes con las maravillas del poder de Cristo sobre las leyes de la naturaleza. Los vientos y las olas le obedecen (Mateo 8:27), porque en él fueron creadas todas las cosas en el cielo y la tierra, visibles e invisibles, sean tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades. Todo fue creado por él y para él. (Colossenes 1.16, Hebreos 1.2)
ConclusiónDe hecho, todas las fuerzas de la naturaleza se encuentran bajo el gran poder de Dios (vs. 33-42). Le damos las gracias siempre por las cosas maravillosas que ha hecho por nosotros (vv. 8, 15, 21, 31) y meditar todo el tiempo que podemos confiar en su gran amor y misericordia (v.43).El ciclo de vida sigue siendo el mismo horario de los salmos: calamidad, seguido de un grito, al que asistieron con el rescate, que culminó con la gratitud (VV1-3). Nuestras necesidades son las mismas y debemos ser salvos. Nuestro Dios no ha cambiado y sigue siendo el placer de escuchar nuestro grito de ayuda.¿Cuál es su actual llorar?

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