1. En las iglesias saludables, el fundamento es Jesucristo, se
enseña su Palabra, se cultiva una sana y profunda relación con Dios a través de
la oración, alabanza y adoración, y la íntima comunión con Él. Además, se vive
en armonía con los hermanos, prima un ambiente de respeto y amistad.
2. Las iglesias saludables cumplen la misión que ha sido
encomendada a los creyentes,
hacer discípulos. También se caracterizan por ser generosas y serviciales, siempre dispuestas a mostrar el amor de Dios hacia el que está en necesidad.
3.Los hábitos que benefician a la iglesia son aquellos que promueven el crecimiento espiritual y alimentan el amor entre los integrantes del cuerpo de Cristo. Algunos de ellos son: las cadenas de oración y ayuno, vigilias, cultivar la amistad entre los miembros a través de la visitación, el pasar tiempo juntos, realizar retiros, comer juntos, trabajar juntos en diferentes proyectos que les permitan sentirse útiles y les enseñen a trabajar en equipo y a superar las diferencias.
hacer discípulos. También se caracterizan por ser generosas y serviciales, siempre dispuestas a mostrar el amor de Dios hacia el que está en necesidad.
3.Los hábitos que benefician a la iglesia son aquellos que promueven el crecimiento espiritual y alimentan el amor entre los integrantes del cuerpo de Cristo. Algunos de ellos son: las cadenas de oración y ayuno, vigilias, cultivar la amistad entre los miembros a través de la visitación, el pasar tiempo juntos, realizar retiros, comer juntos, trabajar juntos en diferentes proyectos que les permitan sentirse útiles y les enseñen a trabajar en equipo y a superar las diferencias.
4. En pro de una iglesia saludable, es necesario reforzar áreas
tales como: la enseñanza de la Palabra de Dios, el discipulado, la búsqueda de
la santidad, el dar con generosidad, y el dejarse guiar por el Espíritu Santo y
darle libertad para actuar.
5.El que una iglesia sea saludable, no tiene que ver con el
número de miembros que tenga.
6. Las mujeres, los jóvenes y los niños deben tener una
participación activa en la vida de la Iglesia.